Estaba paseando por Florencia con un grupo del crucero, antes de separarme de ellos, se acercó una chinita vendiendo unos mantoncillos muy bonitos. Eran de fondo negro, con transparencias y con algunas flores bordadas en esos colores que tanto me gustan.
Lo ví y me llamó la atención, pero como no quería hacer compras en el viaje, pasé de largo. No había transcurrido medio minuto, y me volví, ese colorido….me decía muchas cosas. Le pregunté ¿cuánto?, diez euros, y lo compré.
Al llegar a Sevilla, me encontré que mi compañera de despacho, Mª José, estaba un poco tristona, andaba de médicos y había estado varios días haciéndose pruebas del corazón. No le había comprado regalos a casi nadie en mi viaje, tan solo a mis hijos una camiseta y a mi madre y hermana un pequeño pañuelo de un mercadillo italiano. Le dije, para animarla, “te he traído un regalo”, eso le hizo sonreir.
A los dos o tres días le llevé el mantoncillo que tanto me había impactado por su colorido……era finales de septiembre.
Hoy, 18 de octubre, ha sido el cumpleaños de mi madre. Nos hemos reunido en casa de mi hermana, y como el otro día fue mi santo, mi madre me entregó un paquetito con un regalo que me había comprado en Portugal.
Al abrirlo, me quedé sin habla, era un mantoncillo casi igual que el que regalé a mi amiga……….La vida te devuelve siempre lo que, en esta ocasión con Amor, le das…….
Un día final
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Por el piso sus cartas desleídas.
Y unas alas de seda bajo el vidrio
dejan oír en lejana suspicacia
“The Girl Is Mine”
y un Michael aún negro
...
Hace 7 meses
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