Otro viernes que se va, sentada en mi sofá al calorcito del brasero y las enaguas de la mesa de camilla, paseo por Internet buscando que se yo. Quizás compartir con algo la soledad, que arrastro desde los tiempos de casada, de no tener con quien hacer una sobremesa después de una ligera cena, encendiendo un “ultimo” cigarrillo que retrase el momento de ir a mi cama vacía. Mientras, me refugio en las notas de canciones melancólicas que ablanden aún más mi corazón y hagan aflorar lágrimas que me derroten y me lleven al descanso.
Un día final
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Por el piso sus cartas desleídas.
Y unas alas de seda bajo el vidrio
dejan oír en lejana suspicacia
“The Girl Is Mine”
y un Michael aún negro
...
Hace 7 meses
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