
Me he levantado tarde…ayer volví a salir a tomarme esa maravillosa cervecita con mi nuevo grupo de amigos. Sigue el sol en mi alma…
Como siempre, he preparado café y he puesto a la Callas. ¡Que ganas tengo de ir a la ópera!
Mi cabeza es una burbujilla de pensamientos (con el permiso de mi amigo Beker) y de sensaciones...no podría escribir a la velocidad que siento, pero lo intentaré.
Junto al momento cálido de las notas de Norma, llega el más mágico aún de abrir el portátil.
¿Que me voy a encontrar? ¿Que alma descubriré hoy? ¿Quien habrá estado en “mi estrecho” y me habrá dejado el regalo de un beso?
Quiero poder transmitiros la energía que me ha dado este mundo del blog, para mí ha sido abrir una ventana al colorido paisaje del ser humano desde el rinconcillo de mi sofá y mi mesa de camilla.
Fue en noviembre pasado cuando por una de las “causalidades” de la vida, alguien me dijo que esto existía. Accedí desde su blog y con la impulsividad que me caracteriza por descubrir, me puse a lo que yo llamo “bichear”…y empecé a sorprenderme…
Cuanta “ternura”, “aprendizaje”, “pensamiento”, “resistencia”, “solidaridad”, “deseo”, “libertad”, “ inquietudes”, arte a través de las “teclas”...
Que limpia y autentica es la felicidad de poder compartir sin el prejuicio de conocer un rostro…hablar directamente alma con alma….corazón con corazón…
Cuanta generosidad he encontrado en auténticos maestros de la palabra escrita hacia una aprendiz de todo y maestra de nada como yo que, eso sí, lo único que tengo es un corazón cada día más dilatado para que pueda caber tanto sentimiento…y tanto amor.
Siempre me gustó escribir, creo haber comentado en más de una ocasión que eso me ayuda a crecer y llegar hasta mi, pero… ¿De que sirve hacerlo si nadie te lee? ¿Para que queremos lo que poseemos si no lo compartimos?
Hace tiempo que la colectividad me decepcionó, me cansé de reglas encorsetadas, de perfiles directivos que creen haber descubierto la pólvora con la agresividad y la falta de respeto, de posesiones de la verdad inflexibles que olvidaron que “todo es según el color del cristal con que se mira”, de intransigencias, hipocresías….y mirar siempre la “paja en el ojo ajeno” cuando lo único verdaderamente enriquecedor es buscarla en el tuyo…
Sin embargo, he seguido creyendo con todas mis fuerzas en el individuo…en ti…en él….en mí…eso da sentido a mi propia existencia. Y como soy positiva por naturaleza, no pienso que todo lo auténtico y merecedor de nuestro aplauso, se ha terminado en el tiempo que nos toco vivir.
Al haberos conocido y abrazado, reafirmo nuevamente ese sentir, junto con la esperanza de que hay mucho camino lleno de luz por andar…y por descubrir.
Tengo la fortuna de tener 48 años y seguir sorprendiéndome cada día, de saber que no lo he vivido todo, no lo he sentido todo y que cualquier cosilla, por pequeña que sea, aún me puede hacer vibrar.
Vosotros…ya sois parte de mi Universo…GRACIAS
Con todo mi AMOR
Pilar