domingo, 7 de diciembre de 2008

LAS PRUEBAS DE PENÉLOPE



!Cómo no te ibas a inquietar alma cándida! Por muchas corazas que te pongas... te escurren y no sale más que sentimiento.

Pero ahí está mi Penélope Lancelot, herida pero aún con la espada en la mano, tomando su montura al vuelo, y presta para el combate de nuevo. Y al anochecer, llegada ya al campamento, dice a sus amigos cuando la quieren llevar al doctor, que no sean niños, que no ha sido nada, que con un par de tiritas será suficiente.

lo mágico puede ser que de tanto hacerte la valiente, realmente lo acabes siendo. Creo que sí... así lo espero.

2 comentarios:

Amparo dijo...

Ah, muy bueno! Descubrir la posibilidad de redescubrirnos en nuestra propia piel y actos.

Un placer leerte, gracias.

Besos

Amparo

Bramida dijo...

"No hay árbol que el viento no haya sacudido"
ánimo, valiente