domingo, 14 de diciembre de 2008

¿LA SOLEDAD ES DULCE O LE FALTA AZÚCAR?


La luz esta en uno mismo, sin duda, pero me hago una reflexión en esta dulce soledad. ¿No será que los que andamos solos nos engañamos? ¿No será que queremos encontrar una razón placentera en la misma, porque no hemos encontrado lo que realmente soñamos y queremos?
Estamos de acuerdo en que “es mejor estar solo...que mal acompañado” y que lo que realmente tendremos siempre a nuestro lado es a uno mismo pero…algo nos falta sin duda.
Reconozco que tengo esa luz interior, que ahora me quiero, que disfruto con mis cosillas, mi música, mis poemas, mis hijos, mi perro, mi casa… y tantas otras cosas muy sencillas que día a día el universo me regala.
Me siento muy viva al ver como voy evolucionando, aprendiendo, caminando, como caigo y como me levanto.
Cada día sé reconocer ese momento mágico, a veces en la mirada de agradecimiento de alguien por haberle sonreído, otras al mirar al cielo y saborear la mezcla de colores que desprende cuando atardece…o simplemente al escuchar las risas de mis hijas cuando les entra el “pavo”…
Pero lo cierto es, y lo tengo que reconocer, que me gustaría compartir con alguien todo eso que he aprendido a valorar en mi camino.
Ahora que me encuentro más preparada para compartir sin agobiar, para crear un espacio común sabiendo como no renunciar al propio y respetar el del otro, ahora que aprendí desde mis errores porque decidí que los ajenos no me aportaban nada para crecer.... ¿ahora no tengo con quien hacerlo?.
Ahora que aprendí a no perder el tiempo haciendo la cama si el día está maravilloso y es mejor no perder un segundo para disfrutar de ese regalo, a pasear mirando al cielo, a restarle importancia a lo banal y a dársela a lo verdaderamente importante como la salud, la generosidad, la amabilidad, el respeto, la comunicación, el escuchar, la sonrisa, las lágrimas, el abrazo…¿ahora no tengo a quien dárselo?.
Me dirás, si tienes... a tus hijos, tus amigos, tu familia, tus compañeros de trabajo…y es cierto pero, tú sabes a lo que me refiero, tú sabes que no es lo mismo…
Cuando la noche cae, y hasta tus hijos que viven bajo el mismo techo se van a su mundo, la dulce soledad no es suficiente...al menos para mí.

7 comentarios:

Angel dijo...

Totalmente de acuerdo con esta dulce reflexión tuya en soledad...

a la soledad, aún siendo elegida, le suele faltar ese azúcar, más veces incluso, de las que queremos darnos cuenta.

Es inevitable el deseo de compartir nuestro camino en pareja.

Pero por lo que leo, ahora estas en el mejor momento y en el camino de encontrarla.

Un saludo.

penélope dijo...

Gracias por visitarme Angel, tu blog es un auténtico paseo poético, eres muy bueno.... Me agrada que pienses que estoy en el mejor momento...a ver si me lo creo yo.

Un beso

ana maria dijo...

Puedo sentir la nostalgia de un recuerdo presente al leer tu blog. Tienes cosas claras producto de la madurez, enhorabuena, yo ni siquiera sé si sabria compartir ese espacio, manteniendo el mio propio...

penélope dijo...

Hola Ana María, gracias por leerme. No puedo visitar tu blog, no se proque razón, soy novata en esto y no me aclaro aún muy bien. A mi me ha costado aprender estas cosas, y lo peor es que lo he hecho desde el dolor...¿cuando aprenderemos a crecer desde la alegría?...no me rindo...y tengo que conseguirlo.

Un beso

Amparo dijo...

Pues si, pues que llevas toda la razón. Que la soledad está muy bien en sus dosis adecuada y que cuando amamos a alguien y podemos compartir otras cosas nos sentimos muy bien pero lo difícil es dar con esa persona que nos haga sentir mejor a su lado...

penélope dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
penélope dijo...

Es difícil sí, pero como bien dices tú en tu blog "Como no sabía que era imposible fue y lo hizo!". Esa foto y tu comentario me gustan.

Eres genial Amparo